jueves, 5 de septiembre de 2013

Quisimos ser tantas cosas

Quisimos ser tantas cosas
en un mismo lugar y a la misma hora,
que no dio tiempo a asimilar
la tediosa caducidad del tiempo.

Y fueron las orquídeas fraguando primaveras
ante el sol del verano que aún retozaba en las mareas
y el otoño iba languideciendo en la espesa nieve 
de un invierno que cubría los álamos de pena. 

Quisimos ser la eternidad del instante
expresados en los reflejos de los recuerdos
vagando en la línea suntuosa del horizonte
desnudando nuestros ocultos sentimientos.

Quisimos ser tantas cosas que la vida urdió la huida
dejando en sus escombros nuestras huellas sometidas.




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