viernes, 3 de junio de 2011

Poesía contra el maltrato

Sangrando se ahoga el corazón en dolor,
de igual forma que el niño en una orilla desierta,
sangrando, sin respiración que le auxilie,
ni le traiga el recuerdo de aquellas caricias.
Condenada ha sido la mujer a ser princesa,
tan dulce como la miel, tan tierna como las nubes,
y llega el hombre rompiendo barreras
a herir con sus manos su belleza
De mil formas besaría a una mujer,
pues tan sólo ella es poesía,
y nosotros, hombres malditos
sin dulzura y sin hombría.
¡Que no es bravura, ni tan siquiera valentía
herir el alma de aquella que nos abriga!
Y a golpes de injusticias la belleza se deforma,
y el amor se acaba, y empieza el duelo
por los trágicos golpes de la injusticia.
Que si así fuera, ninguna mujer se entregaría
al amor sincero de nuestra oculta gallardía.


Miguel Ángel Bernao

1 comentario:

  1. Excelente, un sentir que es un grito y un reclamo, imprescindible en estos tiempos !!

    ResponderEliminar