Vida…
Te amo, en armonía con los sentimientos
que emanan de mi corazón enamorado.
Te amo, en los silencios más profundos
e inalcanzables de nuestra lejanía irremplazable.
Te amo, en los atardeceres de ausencia,
en los amaneceres de esperanza,
en la espera sosegada de mi paciencia.
Te amo, aunque te escondas en las sombras,
en el cielo de lluvia impetuosa,
en la arena mojada que empapan las olas.
Te amo con toda mi ansia,
con recuerdos que me embriagan
el alma de dulce nostalgia
y moldean mis deseos en la bondad de tu calma.
Te amo, con la sutileza de un ángel
que vuela en las azoteas de tus sentidos.
Te amo con la pureza de mi franqueza
y con el roce de mis labios en nuestra libertad
de eternidades consentidas.
Te amo…vida, con esa cadena que me une
a ti, en el tiempo que me otorgas para comprender
que necesito de estos versos para vivir,
para sentirme feliz y orgulloso de ti.
Te amo aunque no me muestres el final del camino,
aunque hinque mis rodillas en los surcos de tu rastro,
y me duela a rabiar de llanto el roce de las piedras
en los huesos de mi inescrutable destino.
Te amo, con la paciencia que me otorgas en esos momentos
donde te rindes ante mi fuerza interior,
guardada sin candado que cierre el
baúl de recuerdos que atesoramos
en nuestro imborrable recuerdo,
y que todas las noches abro y rememoro en mis sueños.
Te amo, vida, por brindarme tus segundos,
aquéllos que bien quiero disfrutar al lado de tu verdad,
del tic-tac de este corazón que sólo entiende
que el paso del tiempo en esta vida es solamente el principio
de la búsqueda eterna de la bondad del alma.
Te amo, vida, con la fuerza suficiente
para aguantar el peso del firmamento en mis hombros
y pintar el arco iris con la imagen reflejada en tus ojos.
Juntos, con la elegancia del pensamiento que me acaricia
y me hace soñarte todos los días extasiado de alegría.
Por siempre vida, como el primer momento donde
unimos nuestros caminos y nos comprendimos.
Te amo…Vida.
Te amo.
Miguel Ángel Bernao
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