"Ayer mi cuerpo se desplomó, moribundo, acababa de morir, y pudé divisar la oscuridad más atroz, jamás imaginada, aunque tenía la ilusión de encontrar algo esperanzador. Al llegar a aquél sitio "alguién" me dió la oportunidad de volver al mundo, para cojer algo que creyera que podría necesitar en mi nuevo destino. Y no lo dudé, volví a coger aquella pistola, que ayer, fue cómplice de mi suicidio".
Miguel Ángel Bernao
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