viernes, 25 de noviembre de 2011

Olvidarte

Nada te pido, y sin embargo
te acercas con la mano abierta,
con expresión desencajada
 bajo el manto apenado de tu mirada.
Y noto como tiemblas irremediablemente
al rozar tu mano con mi cara,
entre el estruendo de la tormenta
que aterroriza mi entregada alma.
No te esperaba, y menos con esa sonrisa cínica
que oculta lo oscuro de tus pretensiones.
Mientras la noche muere al ritmo de truenos y sombras,
  vuelves a golpearme con palabras mustias,
azotándome, desquebrajándome el perdón
que pude darte antes de esta tempestad.
¡Qué oscura está la noche,
y que pronto vuelves a abrazarme,
sobrecogido ante el embrujo de mi belleza!
Mejor será desconocer y defenderse con papel de seda,
en este tribunal de disculpas y conciencias maltrechas.
 Más que nunca, hoy es el día, pues tu mano tiembla,
  y tengo miedo de perdernos y emborracharnos
 en el odio que nuestros ojos proyectan,
en el irremediable destino, que hoy,
es tan perceptible y falso, como triste.
¡Que oscura está la noche,
y que pronto vuelves a engañarme!
Mejor será dejarlo, mejor será olvidarte.

Derechos reservados del autor – @Poemas 2011
Prohibida su reproducción sin la autorización expresa del autor


Miguel Á. Bernao

Web: http://www.miguelangelbernao.com/

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