Se ha desatado la guerra
con la espada sangrando penas,
con la espada sangrando penas,
la artillería, en el franco izquierdo
al lado del riachuelo,
al lado del riachuelo,
convertida la vasta llanura
en ajedrez de satinado mármol,
en ajedrez de satinado mármol,
entre rugosos montes de sombras
y arqueros despiadados.
y arqueros despiadados.
Desparrama la enfermiza rabia
el grotesco odio acumulado,
el grotesco odio acumulado,
entre miradas de rencor recubiertas
y corazones llenos de barro.
y corazones llenos de barro.
La humanidad...
se enfrenta a la fría codicia
del poder tan deseado,
se enfrenta a la fría codicia
del poder tan deseado,
atravesando cuerpos desnudos
con proyectiles de esparto.
con proyectiles de esparto.
Se ha desatado la guerra
con la espada sangrando penas,
con la espada sangrando penas,
lágrimas caídas del alma,
aferrándose a la esperanza,
aferrándose a la esperanza,
al inmenso fragor de un irascible
y comprensivo diálogo,
y comprensivo diálogo,
que destierre a la inocente vida
de injustas y sufridas batallas.
de injustas y sufridas batallas.
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Prohibida su reprodución sin la autorización expresa del autor
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Miguel Á. Bernao
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