martes, 13 de noviembre de 2012

Pétalos

Sucede que al imaginarte, despliego
todo aquello que el alma guarda;
los matices del ocaso se ensanchan
y a lo lejos, en la cúspide del deseo,
por los revueltos cauces de la alborada,
los sentimientos van descubriendo
los recuerdos que el tiempo desgrana.

Sucedió que sin quererlo, me apresaste 
en la cárcel de un otoño sin ventana,
la humedad entre la piel y los jirones
de una lágrima, vertiendo su triste pena
en las sombrías raíces de la desgracia.

Sucederá que el tiempo abrirá el candado
para erguir mis despojos entre tus brazos,
y llegarán las silentes y plácidas primaveras
recogiendo pétalos que el viento se lleva.

Sucede que al imaginarte, despliego
todo aquello que el alma guarda.


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