martes, 5 de febrero de 2013

Anoche

Anoche, adormecidos entre los dulces sueños,
en la misma sensación donde, amándonos;
al paso liviano de las emociones y los deseos,
los otoños iban sumisamente languideciendo
en el vaivén azaroso del imperturbable desvelo.

Tu caricia es la leña que prende mi pasión,
por más que la tormenta rompa ventanas
y la lluvia cuelgue del recuerdo, ¡ay amor!
¿qué sentido sufrimiento se mezcla entre
el almizcle vanidoso de nuestra pasión?

Llévense el pertinaz desvelo de mi pesadilla,
ustedes, sirvientes del hedor más malicioso,
ustedes, que invocan las nieves blancas y la parsimonia
de las lúgubres mareas de los mares proscritos.

Anoche ya llegaron las olas, mojadas con la sal
de las relajadas costumbres de tus parpados helados,
y dejó de llover en los altos paraísos encapotados,
al son de reencuentros, aromas y besos secuestrados.

Anoche, adormecidos entre los dulces sueños…


2 comentarios:

  1. Pasé por tu espacio, me quedé un ratito y me gustó.-
    Un abrazo poeta.-
    Antonio

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  2. Muchas gracias Antonio. Un placer para mi. Un fuerte abrazo.

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