miércoles, 4 de septiembre de 2013

Momentos suspendidos

Todo nos lleva al encuentro de lo desconocido,
el conocimiento es eterno en el tiempo y la vida,
puede que, acaso sin quererlo, en el límite del silencio,
los recuerdos sean las sombras de un reencuentro.

Hablar de humanidad es cerrar los ojos y hurgar la emoción,
el hombre, no es nada más que materia fungible
en el germen marginal de un universo infinito,
donde los astros, concibieron la claridad entre el deseo,
y el miedo, las oscuras noches y los insufribles desvelos.

Ahora, nos afanamos en sentirnos vivos en el trance,
disponiendo la sencillez de nuestra esencia irreductible
en los altares fecundos de la fe y el nuevo bautismo,
y el reencuentro vuelve a producirse, y el inefable tiempo,
con la virtud de la sabiduría y su sempiterna presencia,
va dejando secretos en los momentos suspendidos.


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