miércoles, 8 de enero de 2014

Pensé en la vejez

Pensé en la vejez
como el que piensa en un domingo otoñal,
enclaustrado en una alcoba sin ventana
donde la lluvia jamás pudiera penetrar.

Pensé deshojar mi memoria, dejarla desnuda
y creerme un hombre inmortal.

Por la senda del recuerdo vino la memoria
y aquellos juegos inocentes 
que nos hicieron niños antes de tiempo;
y el caso es que todo concurre en el presente,
como ese instante donde la luna se escapa de la noche
y los mares retozan entre la tormenta impertinente.

Y me bastó creerme despierto
por estos tiempos nuestros
donde aún queda vida,
y la inocencia sigue jugando
con los posos del café
y el sabor amargo a nicotina.

Y me bastó saber que mi alma perecería
en los balcones excelsos de la muerta más sabrosa.

Pensé en la vejez y crucé los tiempos
entre evocaciones perdurables de mi vida. 

Imagen tomada de la red.-


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