En este lado, no puedo sentir
las dilatadas señales de la humanidad,
existe un abismo entreabierto y malicioso
que engulle las voces, que a modo de escabrosas babosas,
se adhieren a las enredaderas de mis pesadillas.
Al otro lado, el precipicio es aún más desmedido,
y todavía persuadiendo al ruido de su molesta
disposición frente a mi apacible sueño,
no reniega de su evidente esencia,
entremezclando los atrancados susurros
con su escandalosa y amargada presencia.
En esta cama de esquinados abismos,
de sueños anormales y obsesiones excéntricas,
la manta, tan sólo es capaz de cubrir el frío
que condensa el vaho de este mi aliento ya sombrío.
¡Otra pesadilla, que exhibe su cabeza
por los márgenes de mi almohada,
acongojando mi voluntad sosegada
en este sueño desgarrado y terrible,
que no sabe si caer de un lado u otro,
en las simas angostas que franquean,
mi aprensiva y desconsolada alma!
Derechos reservados del autor – @Poemas 2011
Prohibida su reproducción sin la autorización expresa del autor
Prohibida su reproducción sin la autorización expresa del autor
Miguel Á. Bernao
felicitaciones, hermosos todos tus escritos
ResponderEliminarGracias Rosa. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminar