De un rincón casi inclinado,
pende un cerco nacarado,
tu imagen de brillo blanco
con sublimes ojos cerrados.
En la expresión una mueca,
una ilusión cubierta en llanto,
al arte que palpita encerrado
en un corazón enamorado.
Ya es secreto tu resguardo
en los marcos de este sueño,
tras el límite de mi asombro
por ser pintor de tu cuadro.
Derechos reservados del autor – @Poemas 2011
Prohibida su reproducción sin la autorización expresa del autor
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Miguel Á. Bernao
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