Concédeme la libertad de equivocarme,
¿quién soy acaso sino yerro en esta vida?
tal vez podría ser encantadoramente perfecto,
pero ¿sería acaso pasión someter mi lineal monotonía?
Concédeme la libertad austera de ser tu amante,
ferviente esposo y adorable amigo consentido.
Dedícame el tiempo necesario para enamorarme,
sin exigir la imperfección de mí agraciada armonía
que a tientas, fluye irremediable por el ansía del desaire,
en noches de luna que se desesperan en huecas ilusiones,
tan pronto me concedes la libertad de equivocarme,
adormeciéndose en dulzura amarga mi sentida poesía.
tal vez podría ser encantadoramente perfecto,
pero ¿sería acaso pasión someter mi lineal monotonía?
Concédeme la libertad austera de ser tu amante,
ferviente esposo y adorable amigo consentido.
Dedícame el tiempo necesario para enamorarme,
sin exigir la imperfección de mí agraciada armonía
que a tientas, fluye irremediable por el ansía del desaire,
en noches de luna que se desesperan en huecas ilusiones,
tan pronto me concedes la libertad de equivocarme,
adormeciéndose en dulzura amarga mi sentida poesía.
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Prohibida su reproducción sin la autorización expresa del autor
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Miguel Á. Bernao
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