sábado, 7 de enero de 2012

El entendimiento comprensivo

Si apelásemos al silencio entendiéndonos ofendidos,
si al creernos resentidos acudiésemos al mutismo,
tal vez, dejaríamos de dudar si la mudez es ofensa,
o quizás, un imperecedero desnudo consentido.
Nadie sabe si en los arrojados agravios del cinismo,
se encuentra la resignación de nuestra propia verdad,
que a revuelta de un insufrible padecimiento,
quebranta el lado inconsistente de la espontaneidad.
No puede coexistir la tergiversación en la verdad,
si sonámbulos miramos las mismas sombras del espejo,
ni tan siquiera el punto de inflexión en el dialogo
necesario en nuestro trascendental entendimiento.
Quizás alguien me acuse y proclame de insurrecto,
ante el horizonte dónde el aire acumula desprecios,
pero…prefiero el silencio a la infructuosa discusión
sobre de que forma y manera colocar los sentimientos.
Y si algo tengo que decirte, será cuando te haya escuchado,
sin buscar antes pensamientos milimétricamente improvisados
pues de tus fervientes palabras siempre esperaré entender,
que es comprensión lo que ambos deseamos a nuestro lado.

Derechos reservados del autor – @Poemas 2011
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Miguel Á. Bernao

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