viernes, 6 de enero de 2012

Tras los pasos del destino

Puedo estar distante… pero no perdido,
 objetar tus respuestas con la mirada ausente…
amarte en silencio recorriendo caminos,
llorarte con débiles lágrimas desatadas.
Puedo proporcionarte todo lo que no tengo,
así, no tengo que averiguar lo que te falta,
repetir tus palabras con la boca cerrada,
saboreando la condición de tu intelecto.
Puedo a la memoria traer recuerdos de la nada
 a la muerte ya dictada, urdirla en la desgana,
dejar arrullada la esperanza en tu ventana
 que en la noche cruza el cristal de mi calma.
Puedo darte el sacrifico de mi inapropiada vida
para que acomodes tus plegarias en mis faltas,
y si el misericordioso paraíso así lo quiere,
extirpar los falsos pecados de mis entrañas.
Puedo agonizar por ser distinto, por ser culpable,
acaso, por ser consentidor de este humano sacrificio,
pero nunca, desalentado y exhausto sucumbir,
ante la prodigiosa e insondable senda de mi destino.

Derechos reservados del autor – @Poemas 2011
Prohibida su reproducción sin la autorización expresa del autor


Miguel Á. Bernao

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