Festejo de amor

En tu bruma quemé mi último incienso,
y no hubiese sido un misterio hacerlo,
si al enredar tu secreto entre el feliz beso
recobrará el alma tu verdadero recuerdo.
Iba toda la ausencia cubriendo las penas
y dentro del placer caído el sentimiento,
con las sutiles amarguras del momento,
sembrada la tierra fértil de sol y avenas.
Sobre el cielo se diluye el soez viento,
llevando suspiros entristecidos de hiel,
siete pecados capitales en el encuentro
de un cálido beso tenido de dulce miel.
Me gusta verte con el hondo deshielo
que encierra el presente de mi verso,
tú, extendiendo mis rimas en el cielo,
yo, incendiando este amor tan adverso.
Y con dolor profundo, un sutil suspiro,
rumia con bravura en el manso reflejo,
perfumando las quietas flores en el retiro
del embrujo secreto de nuestro festejo.