La dadivosa legislación del
sentimiento
va evacuando el cauce de los mares
en arena sometida al irascible silencio
que el murmullo dejó en los
trances.
Y presagio sometidos momentos
en los fragmentos de mi nostalgia
disponiendo la anchurosa bruma
en los recuerdos de mis instantes.
La vida proseguirá su
peregrinaje
entre raíles de estaciones
muertas,
el supremo otoño saciando los
aires
en el vaivén de mis hojas
perpetuas.
Y la dulce muerte será testigo
de este sentimiento que,
evacuado ya en los mares,
siempre llevará el murmullo
de mis sentimientos dispares.
Un poema nuevo que sabe a antiguo. Bien logrado!
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