jueves, 18 de octubre de 2012

Después

Después, la tierra vivirá sin tormentas,
no habrá noches sin estrellas y el fuego
será brizna de un tiempo que transita
entre epitafios y tumbas que se olvidan.
No estará el viento propicio para sesgar
el esqueleto de los silenciosos sauces,
ni el mar templado remará en el trance
de las azotadas mareas de las noches.
Después, nada será como este presente
que engalana los desencadenados días
en estridentes murmullos de silencios
y místicas pretensiones de alegrías.
Tal vez, el presente sea reflejo de un pasado,
que con la imagen desprendida, proyecta la luz
entre espejos, que el recuerdo nunca olvida.
Después, no sabré encontrar la sombra que me guía.


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