La sinrazón de mis razones
ante el eco de un murmullo,
un corazón de blanco mármol
y el estrépito de un silencio.
Un huracán de emociones
en los lóbregos recuerdos
junto a las brumas constantes
de mis austeros sentimientos.
La sinrazón de una razón
postergada en los cielos,
donde todo es amarillo
y las hojas dispensan vientos.
Un amor caído en el olvido
de un presente sempiterno,
la sinrazón de mis razones
escondidas en el tiempo.
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