martes, 16 de octubre de 2012

Reflejos

Fue antes la humana pasión del deseo
que el arrebato incontrolado de la furia,
los ventanales desparramados al olvido
y la indolente melancolía desprotegida.
Fueron antes los besuqueos sin carmesí
postrados en los ventanales de los labios,
las caricias, entre miradas secuestradas,
y sin espera, con hálito frío… los agravios.
No soy esa sombra sometida en la miseria
donde los espejos disimulan sus pedazos
y aún así absolviendo el reflejo del recuerdo
sigo recogiendo cristales y momentos olvidados.
Yo pertenezco a la existencia de la justicia
a la conciencia limpia y la palabra alzada
al eco inquebrantable de las ufanas melodías
que la libertad ya posó en mis pentagramas.
Por eso, pernocta en tu falsedad escabrosa,
colocando las desproporcionadas pesadillas
en los márgenes angostos de tu débil gallardía.
Hombre travestido en mujer de altos tacones,
las manos atadas a la cintura, y los errores…
en los abismos infernales de los reproches.


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