Aquí germina el rayo atrofiado,
la culpa y el bálsamo del perdón,
en un horizonte triste y marginado
que sostiene el peso de la presunción.
De pura gratitud, sentimos ser almas
en los vuelos pausados del viento,
en el tiempo que caduca en los instantes
y se desprende del rigor de la memoria.
Pesan demasiado las cadenas,
a los hombres, la historia que se cuenta;
calles llenas de sabiduría y un ovillo enredado
en las palabras que muchas veces se olvidan.
Me atormenta entregarte el peso
al que ya estoy acostumbrado, aún así,
antes debemos disponer el bautismo de la estrategia
y entonces, enjuagar la carne y erguir el alma.
Sentirás el dolor cavando tus entrañas,
y sin embargo, cada instante aferrará a la eternidad
el equilibrio victorioso de la esperanza.
Aquí germina el rayo atrofiado,
la culpa y el bálsamo del perdón,
en un horizonte triste y marginado
que sostiene el peso de la presunción.
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