Cara a cara, tu y yo
y el presagio de tu partida;
y entre nosotros el aliento frío
de un vacío inservible de palabras,
mirándonos ciegamente con acritud odiosa,
rememorando los procesos de este instante,
que nos parte el alma
y tristemente me acongoja.
¿Qué llevó a nuestros iris forzados
esta lágrima de indiferencia?
Será, este amor pasajero, que se escapa
entre silencios de escarcha
y amontonadas lluvias,
en el pasado estéril de nuestra ignorancia.
Miguel Ángel Bernao
No hay comentarios:
Publicar un comentario