domingo, 20 de noviembre de 2011

Frio

Has vuelto a mi, en este orden impuesto de necesidades,
en el trémulo y ventoso aire de otoño; hojas de octubre,
que revolotean presintiendo tu llegada enloquecida.
Pronto dispongo el seco barniz de tu fragancia
entre una hoguera de cedros y álamos talados,
que la tierra permitió vomitar de sus adentros,
para que a las siete en punto, por las largas
venas de mi cuerpo, llegue el calor a reventar mis adentros.
¡Frio!,
como el pensamiento desterrado,
bajo la ventana calada de cristales rotos,
¡frio!,
dónde la carcoma guarda ecos de silencio,
¡frio!,
en la tarde ya cerrada de luz,
presentando al sueño
en la absoluta locura del momento,
¡frio!,
que vuelves a mí en el revuelo
inconcluso de las estaciones,
agrietando mi cuerpo con latigazos
de finas hebras de tenue esparto.
¡Frio!,
tan inhumano como el hambre para el mendigo,
y austero para los oasis ya perdidos.

Derechos reservados del autor – @Poemas 2011
Prohibida su reproducción sin la autorización expresa del autor


Miguel Á. Bernao

No hay comentarios:

Publicar un comentario