Cuánto tiempo nos queda por vivir,
pregunto a la sombra que me guía
mientras en un reloj de eternas horas,
sigo el baile inconcluso de mi vida.
Qué presagios nos depara el tiempo,
tan ínfimo como un exprimido suspiro,
que emana del profano misterio
del desconocido y ansiado destino.
Y sin querer, queremos llegar,
al conocimiento de esta verdad,
que guarda el tiempo en el sueño
de nuestra inimaginada verdad.
Cuánto tiempo se perderá
jugueteando con la incertidumbre,
para al final morir en el intento
en la sutileza de las seguras nubes.
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Prohibida su reproducción sin la autorización expresa del autor
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Miguel Á. bernao
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