Si alguna vez te oigo hablar resignado...
nadie mejor que yo para ser tu verdugo
pero…
y los otros…
los que asumen silencios
dónde estarán, si es que quieren darte remedio
La vulgaridad es el contorno del asombro
cuando abatidos rompemos los mismos espejos
con la misma sangre y los mismos desprecios
Nosotros desechamos la conciencia
sencillamente nos da miedo…
si, mucho miedo…
tanto como asombro
tanto como el silencio
Quizá nunca sepamos como sanar la herida
aunque el error sea tan humano que apenas se perciba
al menos…
yo quitaré mordazas al tiempo
y por encima de todo…
seré crepúsculo de reflexión
seré…
tu espíritu sereno
nadie mejor que yo para ser tu verdugo
pero…
y los otros…
los que asumen silencios
dónde estarán, si es que quieren darte remedio
La vulgaridad es el contorno del asombro
cuando abatidos rompemos los mismos espejos
con la misma sangre y los mismos desprecios
Nosotros desechamos la conciencia
sencillamente nos da miedo…
si, mucho miedo…
tanto como asombro
tanto como el silencio
Quizá nunca sepamos como sanar la herida
aunque el error sea tan humano que apenas se perciba
al menos…
yo quitaré mordazas al tiempo
y por encima de todo…
seré crepúsculo de reflexión
seré…
tu espíritu sereno
Miguel Á. Bernao
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