Caminos que no conducen a nada,
silencios que no guarecen verdades,
luces que no ocultan tonalidades,
y yo… sumergido en la confusa vida,
divagando entre sombras y costuras.
Candados que no cierran sentimientos,
sollozos que no humedecen océanos,
-histrionismo perturbado del cinismo-
y yo… entre bravías nubes desprotegido.
Deseos entregados al abúlico sueño,
convertido en candente ceniza
y polvo de tránsito,
entre el límite de un presente
y un destino impreciso y sumiso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario