Vástagos del infortunio del hombre
que al desconcierto llamáis riqueza,
mueren almas con la sangre hambrienta
en la falsedad atroz de vuestra fiesta.
¿Cuánto dolor propaga la naturaleza mentirosa?
Buitres, alimañas, carroña de ultratumba,
llueven lágrimas de hambre y los infiernos
se enamoran de las almas que aún no lloran.
¿Cuánto dolor irradia la esencia poderosa?
¡Qué el demonio me lleve y dé vicio a mi miseria,
y a los reinos celestiales se lleven la blasfemia
los infames parásitos que gobiernan mi tristeza!
¿Cuánto dolor propaga la naturaleza mentirosa?
¿Cuánto dolor irradia la esencia poderosa?
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