miércoles, 13 de marzo de 2013

La alquimia de la palabra

La educación es el baile sutil de la palabra entre el matiz de una opinión u observación. La alquimia de su esencia convive con el recuerdo. Las palabras galantes y educadas desembarcan en nuestra memoria, alimentando nuestro dialecto interior y nuestra ensoñación. Sucede que, la pulcritud del acto de bien hablar es sutilmente engañosa, debemos separar de la educación la traición lingüística y el engaño. Los oradores engrandecen la palabra, mientras que los poetas engrandecemos su significado. Este es el matiz que diferencia la educación de la palabra y la responsabilidad de su otorgamiento.

"De poetas y oradores".- Miguel Ángel Bernao Burrieza



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